Formentera Lady, un refugio idóneo para la creatividad.



Esta isla fue como un imán para creadores de primera fila en el mundo musical, como Pink Floyd (que compusieron aquí la banda sonora del film More).  Figuras que pasaban desapercibidas en unas  islas donde no eran molestados por nadie… un paraíso idóneo para la creación. En Pujols hay una calle dedicada al grupo británico King Crimson, como reconocimiento a quienes pusieron el nombre de Formentera en el mapa de un movimiento contracultural nacido a finales de los años sesenta. Aquí se inspiró Pete Sinfield para componer el disco Islands de 1971. El disco se abre con el tema ‘Formentera Lady’. Comienza su letra: “Casas encaladas, como heladas, custodian la pálida costa rematada por cactus y pinos. Camino aquí, donde crecen la dulce salvia, las extrañas hierbas, por un camino arrugado de piedras reconocidas por el sol”.             

Si os dejáis llevar por la magia de la isla podréis encontrar aquí a vuestra Formentera Lady. 

Situada al sur de Ibiza, tiene aproximadamente una superficie de 83 kilómetros cuadrados y 69 kilómetros de costa. Formentera nos da naturaleza pura. En el transbordador que nos acerca a sus costas conviven los habitantes de Formentera y los viajeros con maletas y ojos abiertos. Durante la media hora que dura el trayecto unos se sientan dentro y otros buscan aprisa los mejores asientos a la luz y viento. Ansiosos por llegar a esta bella isla.

Formentera tiene su propia alma. El aire es más puro, la luz más clara y el mar más turquesa gracias a la especial oxigenación del agua, producida por la posidonia (una planta que se asienta en el fondo marino) y que está protegida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. El clima benigno, su mar, su paisaje, sus gentes, su placidez…

Se dice que los que van a Formentera se llevan parte de ella y a cambio, dejan parte de sí mismos en su paisaje. Y en ese paisaje predominan los blancos de las casas y las ropas, el verde de los pinos y las sabinas, las doradas tonalidades de las arenas de sus playas y dunas, las diversos azules del cielo y las aguas cristalinas que bañan sus playas.

La Savina es el único puerto que tiene. Allí llegan los ferry, lujosos yates y grandes cruceros que hacen escala. Aquí podremos alquilar  coches, motos y bicicletas para recorrer la isla, aunque mi recomendación es que alquiléis una moto o bicicleta, pues os dará la posibilidad  de explorar el paisaje. Toda la isla cuenta con carriles bicicleta.



Es Pujols es el centro del turismo de la isla, allí se concentra la mayor oferta hotelera, pero también podemos encontrar unas preciosas playas de arenas blanquísimas y aguas transparentes. Si lo que buscamos es diversión, esta puede ser una de nuestras metas.

Sant Francesc es la capital y el turismo más relajado se adueña de sus blancas calles, con pequeñas tiendas artesanales. Podemos visitar la iglesia de Sant Francesc Xavier (1738), sencillo templo de gruesos muros que nos recuerda su antiguo pasado de fortificación contra invasores.

Sant Ferran como Sant Francesc, del que le separan tres kilómetros escasos,  tiene un aire más tradicional.

El Pilar de la Mola es la única población que conserva todo el ambiente rural. Se dice que Julio Verne se inspiró en su faro para escribir su libro “Héctor Servadc, viajes a través del mundo solar”. El faro de La Mola, situado en la parte más alta de la isla, sirve de guía para los navegantes. En los alrededores encontraremos casitas de estilo rústico y cultivos de vides e higueras. 

Otro faro a visitar es el de Cap de Barbaria, en la zona más sur de la isla. A él se llega tras recorrer una recta carretera rodeada de un agreste y extraño paisaje (lo recorrió Paz Vega en “Lucía y el sexo” de Julio Medem), al fondo veremos alzarse el faro de forma espectacular, allí se puede disfrutar de una puesta de sol única, donde el mar y el cielo se unen para formar un horizonte de tonos rojizos.  

Formentera en la década de los sesenta albergó a un gran número de hippies, buscando aires de libertad. 

Aún queda algún testimonio este movimiento, eso sí… con más años, y en mercadillos vendiendo sus productos artesanales. Son muchos los que vinieron aquí buscando “algo” que la isla se encargó de proporcionarles.

Playas

Vamos a visitar las hermosas playas caminando sobre cuidadas pasarelas de madera que sobrevuelan las dunas y permiten al visitante acceder a ellas  sin dañar su delicado ecosistema , en perfecto equilibrio entre los bosques, la vegetación cercana, lo que permite su conservación y belleza.  

Playa Ses Illetes: Al norte de la isla, la más cercana a la isla de Espalmador, a escasos 150 metros. Recomendamos su acceso a pie o en bicicleta para disfrutar mejor del paisaje y contribuir a su protección medioambiental. 



Playa Llevant: También en la punta norte de la isla, pero en la zona de levante, es una playa de gran extensión y muy cercana a Illetes.  

Playa Sa Roqueta:   Pequeña ensenada entre la playa de Es Pujols y la playa de Llevant. En ella podremos disfrutar de todos los deportes náuticos.  

Playa Es Pujols: Pequeña playa situada en la misma localidad. Está formada por tramos de arena alternados con roca baja, en la que se encuentran las casetas donde guardan sus barcos los pescadores. 

Playa Migjorn: Es una de las más grandes de la isla, ya que su extensión de arena abarca gran parte de la costa sur de la isla, desde La Mola hasta  Cap de Babaria.

Playa Es Caló: Pequeño rincón de pescadores, donde se saborea el mar en su entorno. La playa es pequeña y a la derecha se ven los acantilados de La Mola.  

Cala Saona: Es una de las más hermosas. Su tranquilidad y belleza hacen de esta cala un sitio de visita obligada. Desde ella se puede acceder  a pie a los bellos acantilados de Punta Rasa, a escasos 10 minutos de la playa.                                                                        

Estany des Peix: Es una pequeña laguna con un estrecha apertura al mar que permite la entrada de pequeñas embarcaciones para su fondeo. Tiene tramos de playa donde es posible el baño. Existen preciosas calas a las que solo se puede acceder a pie o en barco.

Bob Dylan llegó a Formentera en 1967 tratando de escapar de un sistema que amenazaba con anularle. Dylan pasó un mes en la isla componiendo las canciones de su disco John Wesley Harding, era fácil encontrarle jugando al ajedrez en la Fonda Pepe con Pío Tur, hermano de Pepe y profesor de música clásica. Una pareja singular. Aún hoy la Fonda Pepe sigue abierta en Sant Ferran y mantiene algo del ambiente de aquellos años. 

El paraíso existe en Formentera: 

  • Colores que nunca imaginastes los encontrarás en su mar.   
  • Acantilados de vértigo y profundas cuevas como nunca antes habías visto.  
  • Cielos que te sorprenden con desconocidos matices.
  • Sensación de infinito, de  efímero e imperecedero.
  • El tiempo se detiene en Formentera.